Cuando las madres limitan a los padres en
la crianza de los hijos
Tradicionalmente se cree que las mujeres “tienen” un instinto maternal que
portan por el simple hecho de ser mujeres. En algunos casos, hay personas que
llegan a pensar que, en virtud de aquella “característica innata” están mejor
preparadas o más capacitadas para ocuparse del cuidado y la crianza de los
niños que los hombres.
Según un estudio publicado en Parenting: Science and Practice, las nuevas mamás
tienden a evaluar la capacidad de sus parejas para la paternidad y decidir qué
tanto quieren que estén involucrados en la crianza de sus hijos, posiblemente
afectando la relación entre su pareja y el niño a través de un proceso llamado
“madre guardiana de la puerta.”
El ser una “madre guardiana de la puerta” abarca
comportamientos y actitudes de las madres que pueden apoyar o limitar la
involucración del padre en la crianza de los niños. Así, quedan abarcados
dentro de los comportamientos y actitudes de “puerta cerrada” criticar el modo
de crianza de la pareja, rehacer tareas que el padre ya había realizado, o
monopolizar la toma de decisiones respecto de la crianza. Entre los de “puerta
abierta” se encuentran, por ejemplo, incluir la opinión del padre en asuntos referentes
a la crianza del niño, arreglar actividades para que el padre y el niño
compartan juntos, etc.
El estudio
El estudio fue realizado con 182 parejas de diferentes
géneros y con dobles ingresos. Cuando las madres todavía estaban embarazadas,
las parejas llenaron un cuestionario en orden a estimar expectativas,
estructuras psicológicas y actitudes. También se pidió a las parejas que
completen otro cuestionario tres meses después de que naciera el bebé.
“Queríamos encontrar las características de las madres y sus familias que
podrían hacer de algunas madres más o menos propensas a actuar como guardianas
de la puerta,” dijo Sarah Schoppe-Sullivan, co-autora
del estudio y profesora de Ciencias Humanas en la Universidad Estatal de Ohio,
en una declaración.[…]